Inmuebles industriales: 2020 será un año de oportunidades
El 2019 fue, según los especialistas, uno de los peores años tanto para el sector industrial como para el logístico. Ambos se vieron castigados por la devaluación, el incremento de las tarifas y de los insumos, la mayoría de ellos cotizados en dólares. A esto se le sumó la fuerte caída del consumo y las altas tasas que hicieron difícil financiar la producción.
Este escenario caracterizado por la incertidumbre política y económica limitó la cantidad de nuevos proyectos, lo que provocó también una caída en la demanda de las tierras de grandes superficies. Ante este panorama muchos desarrolladores debieron apelar a todo tipo de recursos para lograr capear la crisis, empezando por resignar precios para poder colocar metros cuadrados. "Esto se tradujo en el sector inmobiliario en una fuerte caída de las transacciones de compra-venta, una merma en las rentas medidas en dólares y en un aumento de los márgenes de las negociaciones.
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Las contraofertas, durante 2019 estuvieron a la orden del día y en la mayoría de los casos rondaron bajas de entre un 30 y un 50 por ciento del valor de publicación", explica Facundo Carrera, broker de Industrias de Jones Lang Lasalle. Las superficies más buscadas fueron las que oscilaban entre los 2000 y 5000 metros cuadrados . Todo esto, sin dudas, estimuló las operaciones de alquiler. Algunas empresas aprovecharon la vacancia -que hoy ronda el 10 por ciento- y la caída en los valores de alquiler para buscar nuevos inmuebles que les permitieran mejorar sus procesos y reducir costos. Otras en cambio, y motivadas por la crisis optaron por unificar más de un depósito en un sólo edificio, reduciendo los costos y optimizando su sistema de logística y de distribución. "Hubo búsquedas de propiedades en alquiler pero a valores muy por debajo de lo esperado por los propietarios y sobre todo fuera de los parques industriales donde podían tener gastos de expensas mucho más bajos.
Esto es algo entendible ya que el margen en el rubro evidentemente fue muy chico y 2019 fue un año donde hubo que estar financieramente en el más pequeño detalle para poder subsistir", analiza Dennis O´Keefe, gerente de la división Industrias de Inmobiliaria O´Keefe y reconoce que los alquileres son los que primero reaccionan a las devaluaciones y en mercados como estos son los que marcan la tendencia sobre los valores de los inmuebles.
Tras el balance de un 2019 para el olvido, el sector espera el desenlace del 2020. Para Matías Castro Cranwell, director del sector Industria y Logística de Castro Cranwell & Weiss, este año podría traer nuevos aires al sector. "Será un año bisagra que determinará tanto el repunte de la actividad como la consolidación del mercado inmobiliario logístico e industrial. Ya en la actualidad, hay algunos indicios que avalan esta teoría", adelanta.
El broker reconoce que por la caída en el costo de la construcción que generó la devaluación se está empezando a registrar una suba considerable en la demanda de tierra. "Esta situación se traducirá en futuras construcciones que se realizarán en los meses venideros. La gran mayoría de los inversores están expectantes y a la espera de nuevas oportunidades de negocios que llegarán durante este año. Esto se debe a la brecha que se ha generado, en los últimos tiempos, entre el precio solicitado y el valor de venta real", explica el broker.
Para Carrera en el corto plazo y con un contexto donde continúen las restricciones a la compra de dólares, es posible que las empresas utilicen su excedente de pesos para adquirir propiedades e invertir en su negocio, como sucedió en el cepo anterior.
Al igual que en 2019, este presente resulta muy atractivo para los inversores que están en busca de oportunidades de negocios. "Tanto el año pasado como este quienes tengan dólares en su poder serán los que lleven la voz cantante en las operaciones de compra-venta; ellos obtendrán grandes descuentos", adelanta Maël Desse, broker del área industrial de Cushman & Wakefield. El especialista prevé un mercado con contraofertas muy agresivas y con extensas negociaciones".
Fuente: La Nación - Leandro Murciego