Tiro Federal: cómo será el proyecto que se construirá en los terrenos que fueron subastados
Finalmente, el predio de dos manzanas del Tiro Federal, en Avenida del Libertador y Udaondo, tiene nuevo dueño. A través de una subasta récord organizada por el Banco Ciudad, el Gobierno porteño se desprendió de uno de los terrenos mejor ubicados de Buenos Aires. El nuevo propietario es el Fideicomiso Buenos Aires Landmark, que pagó 151,5 millones de dólares.
Aunque aún la firma no reveló los detalles del futuro desarrollo inmobiliario, ya existe una serie de lineamientos que surgieron de un concurso de ideas de 2016 y que fueron validados luego por la Legislatura. Convocado por el Gobierno de la Ciudad, a través del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, en aquel momento el objetivo era pensar en la zona un futuro Parque de la Innovación. La iniciativa buscaba desarrollar un “campus” para instituciones enfocadas en creatividad, enseñanza e investigación científica aplicada.
Mix. En el terreno convivirá un 65% de espacio público con superficies edificadas.
El proyecto ganador fue el del equipo liderado por el arquitecto Alberto Varas. “Desde el principio trabajamos en una normativa flexible, porque las cosas cambian con el paso del tiempo. Las oficinas pasan a ser viviendas, los bancos se convierten en centros universitarios, o al revés. La idea fue concentrar el esfuerzo en el diseño del espacio público, determinarlo, hacerlo agradable para la vida, reducir la presencia del automóvil, garantizar servicios básicos como la recolección de residuos, lograr que sea un espacio autónomo energéticamente. Eso era lo importante para nosotros, sabemos que la arquitectura vendrá después y su forma dependerá del proyecto que haga cada uno de los que intervengan”, le contó a ARQ cuando se conoció el resultado.
Su propuesta se basa en un conjunto de espacios públicos que actúan como intermediarios con el entorno y crean áreas diversas, adaptadas para cada lugar. Con ellos, la pieza urbana propuesta reconoce las características de un entorno complejo y particular.
El punto principal del proyecto son las interfases con cuatro situaciones diferentes: la punta sobre Libertador, el borde junto a la pieza de infraestructura que forman Cantilo, Lugones y las vías del ferrocarril que es un disturbio visual y acústico, y los costados largos que dan, uno sobre Udaondo, donde está la cancha de River, y otro junto a una zona de clubes. Varas sintetiza: “Esta característica, sumada a la buena orientación, nos permitió volcar sobre ese sector las viviendas, aunque no deja de ser una barrera. La otra barrera es la zona de Udaondo, además del problema de las actividades masivas que producen la cancha y comprometen el lugar”.
El espacio público será protagónico y fue diseñado como en cinco piezas, una para cada borde más un quinto elemento fuera del terreno, una plaza elevada que cruza las vías del ferrocarril, Cantilo y Lugones para llegar a Ciudad Universitaria. El arquitecto aclara: “No es un puente, es un espacio público que si bien tiene un peso funcional muy grande, tendrá características de uso particulares”.
En cuanto a los edificios, Varas señala que se basó “en una norma flexible que sólo tiene en cuenta dos principios: mantener la forma del espacio público mediante una altura máxima y una “jaula normativa”, que es una envolvente que supera en un 15% las superficie constructiva para darle más libertad a los proyectistas. Redujimos en un 10% la capacidad constructiva total para bajar la altura del basamento, lo que da a los 30 metros. En ese quinto piso, las terrazas serán obligatoriamente verdes. Eso nos da un corte escalonado y vegetal que agrega un 15% de superficie natural”.
Sobre la posibilidad de hacer del terreno un solo espacio público, Varas opina: "Crear un enorme parque en ese sitio resulta absurdo porque este lote tiene un único borde urbano de tres cuadras sobre Avenida Del Libertador. Ese es el único lugar vinculado con la ciudad. Así sería una enorme tira que llegaría hasta el lado opuesto donde están las vías del tren y tendría en los costados la Avenida Udaondo, con la cancha de River, y el límite que genera el área de clubes sobre el otro lado. Sería un lugar inhóspito, imposible de usar fuera de las horas diurnas. Por supuesto que lo que se haga allí tiene que contener la idea de parque, pero generando una pieza urbana compleja".
El Clarín - INÉS ÁLVAREZ