El nuevo escenario del mercado inmobiliario: entre la especulación y un posible parate
Desarrolladores e inmobiliarios opinan sobre los efectos de la volatilidad de la divisa estadounidense.
Los acontecimientos de las últimas semanas en la economía produjeron un cimbronazo en todos los sectores productivos.
En lo que respecta al mercado inmobiliario, la escalada del dólar puso el foco en los tenedores de créditos hipotecarios que aún no resolvieron la compra. A este hecho particular se suma la noticia del posible acuerdo con el FMI, el cual despierta inquietudes sobre la situación real de la macroeconomía argentina.
Los desarrolladores e inmobiliarios consultados coinciden en considerar que, por las particularidades de esta actividad, las consecuencias de las medidas de Gobierno se sentirán a largo plazo.
Leonardo Rodríguez Nader, CEO de la desarrolladora CMNV, sostiene que "cualquier alteración o variación 'distorsiva' en el tipo de cambio genera especulación en el mercado inmobiliario. En Argentina la suba del dólar es equivalente a mayor inflación futura".
Y agrega: "En los últimos años cada vez que sube el dólar los proyectos en etapa de desarrollo con los precios establecidos en pesos tienen un primer 'desfasaje', es decir una baja en el precio real expresado en dólares, hasta que los índices de actualización de precios como los de la Cámara de la Construcción se adecuan y los propios desarrolladores actualizan sus listas anticipándose a esos movimientos. Lo cierto es que en ningún caso este tipo de fluctuación de monedas es una ventaja de mediano o de largo plazo, pero también es real que genera ventajas especulativas de corto tiempo sobre todo para el comprador".
Por su parte, Alejandro Reyser, socio de RED Real Estate Developers, afirma sobre la súbita suba del dólar: "Hubo 2 impactos. Uno negativo y otro positivo. El negativo está relacionado con las personas que tenían aprobado un crédito en pesos y que no les alcanza para comprar la misma propiedad que ahora vale más en pesos. El positivo es que los dólares le rinden más a la gente que compra propiedades en proyectos estructurados en pesos".
Tomás Seeber, Director de RG Montes, cree que en este escenario incierto, una posibilidad es que haya un aumento de la demanda de inmuebles. "Hay 2 corrientes contrapuestas. Por un lado sería esperable que muchos inversores desarmen carteras financieras en pesos y se vuelquen al billete dólar -lo más lógico- y quizás a activos reales dolarizados, como las propiedades. Por otro lado, también sucede que cuando hay turbulencias de tipo de cambio, el mercado tiende a postergar decisiones hasta que se despeje el panorama".
Francisco Altgelt, vicepresidente de Altgelt Negocios Inmobiliarios, se inclina por éste último escenario. "Tanto el comprador como el vendedor quieren certezas. En los momentos de incertidumbre aparece siempre el parate".
Y agrega: "Veo difícil una baja en el precio de los inmuebles. Primero porque el vendedor no aceptará una baja y preferirá retirarse antes que vender a un monto menor. Y segundo porque en las nuevas obras tenemos una incidencia alta en los terrenos y valor del metro cuadrado en construcción por arriba de los 1.000 dólares".
Reyser, por su parte, aporta algo de perspectiva. "En realidad, la única medida concreta fue el aumento de la tasa de interés al 40%, que está relacionada con frenar una corrida al dólar. Esa tasa tiene que bajar para que las líneas de crédito en UVAs a largo plazo sean accesibles.
Si los bancos siguen pagando 40% será difícil que sigan ofreciendo préstamos en UVAs + 7% como era hasta antes de la turbulencia, porque eso daría entre 29% y 31%, si pensamos que la inflación va a estar entre 22% y 24%. En resumen, la situación depende más de la capacidad que tenga el Gobierno en bajar la inflación que de las últimas medidas económicas que son absolutamente de corto plazo".