Lampa, Colina y Peñaflor: las principales comunas de crecimiento de Santiago
Según expertos, tras la modificación del Plano Regulador Metropolitano, estas localidades se han destacado por su disponibilidad de terreno construible, conectividad y equipamiento, lo que las convierte en una de las principales reservas de desarrollo urbano para el Gran Santiago.
Tras las modificaciones de 1997 y 2013 al Plano Regulador Metropolitano de Santiago (actual PRMS 100), que incorporó a la Provincia de Chacabuco -agregando 241.500 hectáreas a la ciudad- y nuevos sectores de desarrollo urbano, expertos aseguran que las zonas norte y sur presentan el mayor potencial de desarrollo para la capital.
“La modificación del Plano Regulador de 1997 dio lugar a que surgieran las llamadas Zonas de Desarrollo Urbano Condicionado (ZODUC), las que poseen bastante reserva de suelo, que se va a ir liberando en la medida en que se cumplan las condiciones que se exigieron para esos desarrollos. Vemos que en Colina y Lampa todavía quedan terrenos”, dice Pablo Allard, decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo.
Para Daniel Encina, gerente general de la empresa de geointeligencia Georesearch, las mayores reservas para el desarrollo urbano del Gran Santiago se encuentran entre las comunas de Lampa y Colina (en la zona norte) y Peñaflor, Talagante e Isla de Maipo, en el sur. “Dadas las características de la economía actual y ciertos factores de oferta inmobiliaria, esas zonas deberían tener tasas del orden de 2 mil hogares anuales”, asegura Allard.
Según proyecciones del INE, entre 2015 y 2020, Lampa registrará un aumento de 31% en sus habitantes, mientras que Colina lo hará en un 15%, transformándose en las comunas que más crecerán en la ciudad, junto a Santiago (20%) y Quilicura (15%).
“La zona norte de Santiago se ha consolidado en los últimos años como polo inmobiliario. Comunas como Colina y Lampa se proyectan con un gran desarrollo urbano, con importantes reservas para seguir construyendo, generando así nuevo barrios asociados a equipamiento, conectividad y servicios”, plantea Eugenio López, gerente inmobiliario de Brotec-Icafal.
Las ventajas
Los expertos sostienen que estas comunas se destacan debido a la disponibilidad de terreno construible y equipamiento, además de la realización de obras públicas de conectividad, como la transformación a autopista urbana de la Ruta 5 Norte, la ampliación de la red de Metro hasta Quilicura (proceso que se encuentra en trámite ambiental) y el tren suburbano a Batuco, para el que el Gobierno evalúa aplicar el modelo de concesión.
“Como están en proceso de maduración, se están haciendo obras viales y estructurales para potenciar su desarrollo con inversiones público privadas en transporte, principalmente e infraestructura”, dice José Miguel Guzmán, gerente general de Inmobiliaria Lo Campino.
Para el ejecutivo, Lampa es una de las comunas que representa una de las mayores reservas urbanas para la ciudad: “tiene todo el potencial para transformarse en un polo de crecimiento. Posee un sector industrial importante, muy cercano a Quilicura, con conectividad y acceso al centro y núcleo empresarial, principalmente por la Ruta 5 Norte”, dice Guzmán.
Colina es otra de las comunas destacadas para los expertos inmobiliarios, quienes aseguran que: “indiscutiblemente la zona norte de Santiago concentra las mayores inversiones. Colina es una apuesta asegurada que lidera en venta de casas nuevas y aún dispone de paños para desarrollo residencial”, asegura Jan Verbeken, Gerente Inmobiliario de Inmobiliaria Manquehue.
Verbeken también destaca la zona de Padre Hurtado como uno de los sectores que presentan las mayores potencialidades. “Es un polo que se ha desarrollado durante el último tiempo debido a su alta conectividad en términos de rutas de acceso y amplios paños que permiten el desarrollo de proyectos de casas”, afirma.
Desde Siena Inmobiliaria destacan que es importante que existan cambios en las actuales regulaciones para que estas zonas puedan desarrollar sus potencialidades para la ciudad: “tiene que existir un cambio en el uso de suelo de los terrenos, de agrícola a urbano, para que se puedan formar estas verdaderas ciudades”, destaca Ana María del Río, gerente comercial.
Enrique Joglar, gerente de Desarrollo de Inmobiliaria Indesa, explica que la topografía del terreno y la presencia de elementos que contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas, son una de las claves para el éxito de algunas de estas comunas: “la ciudad naturalmente crece en extensión hacia sectores periféricos planos, con conectividad y equipamientos en desarrollo.
En este orden, sectores como Colina, Lampa, Talagante, Buin o Pirque, se han ido consolidando como alternativas para viviendas”, afirma.
Desde la CChC manifiestan que este fenómeno permitirá a las personas acceder al desarrollo de la ciudad de una manera más amplia.
“Hay que permitir la densificación en altura, para posibilitar que la gente pueda vivir en zonas consolidadas, porque la población crece y los requerimientos crecen, y también en extensión para existan otras alternativas de viviendas, por ejemplo casas, que hoy es imposible construirlas en las zonas interiores de la ciudad, dice Pablo Álvarez, gerente de Vivienda de la CChC.